El conflicto es inherente a las relaciones humanas y nuestros centros no son una
excepción; por ello consideramos que es imprescindible prevenirlo y, además,
cuando llega a producirse, deben tenerse los medios para encauzarlo correctamente y
resolverlo a la mayor brevedad posible, buscando siempre cumplir nuestro principal
objetivo: la formación y educación de nuestros alumnos.
Está también totalmente asumido que, aunque en los centros escolares han
existido siempre comportamientos antisociales y problemas de conducta, en los
últimos tiempos se dan con más frecuencia y que es necesario regular los modos y
criterios de actuación ante los problemas de convivencia escolar de forma que se
facilite la respuesta rápida y se contemplen medidas de prevención y diferentes
procedimientos de actuación en la resolución de conflictos.
Estas conductas y comportamientos que se dan en los centros e interfieren en el
clima escolar podríamos clasificarlos en los siguientes tipos:
_ Disrupción en las aulas
_ Problemas de disciplina
_ Maltrato, intimidación y acoso entre compañeros (“bullying”)
_ Vandalismo y daños materiales
_ Violencia física.
_ Violencia de género
_ Xenofobia - racismo
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